Yo pienso que es necesario formarnos como personas morales para vivir en una sociedad con justicia y libertad. Poniendo a los jóvenes como personas con las capacidades para ser seres políticos, para participar en la reflexión, discusión y construcción de la sociedad; no porque la categoría de jóvenes tenga algo especial o diferente, sino sencillamente porque también somos ciudadanos y participamos como gestores y jugamos un papel importante en la construcción de la sociedad.

En este orden de ideas y teniendo en cuenta que un ciudadano es alguien que pertenece a una comunidad política y que quiere que esa comunidad sea justa, es necesario tener en cuenta que, para abordar el tema de socialización política, se requiere pensar en el proceso de identidad, no solo desde mi propio reconocimiento, sino también desde el reconocimiento de la diferencia. De esta manera es posible la construcción de la ciudadanía. La construcción de identidad, permite que los hombres y mujeres sean individuos únicos que pueden negociar sus diferencias para poder compartir conjuntamente un espacio.

Otro de los puntos tratados en el texto, y en el cual estoy de acuerdo, es que la sociedad debe asumir se función y no esperar que sea el estado quien resuelva todos los problemas. Es por esto que pienso que la socialización política es una pieza clave en la formación ciudadana. La socialización política la entiendo como el proceso a través del cual los jóvenes nos podemos vincular al pacto social, adoptando las reglas de convivencia. En este proceso el sujeto juega un papel activo construyendo actitudes, valores y comportamientos políticos, y al mismo tiempo aprende a tener en cuenta elementos sociales y situaciones en sus elecciones, que lo lleven a ser autentico ciudadano comprometido con su comunidad; y para ello voy a mencionar unos valores diferentes a los mencionados por la profesora Adela Cortina.

-Voluntad de participación, mostrando la capacidad para exponer sus propias necesidades.

-Conciencia de responsabilidad o conciencia social, que es la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

-Tolerancia política, que es la capacidad de mantener la comunicación, aunque no satisfaga las propias necesidades.

-Conciencia moral o comunitaria, que es la capacidad de hacer a un lado las normas y las expectativas de conducta, cuando predominan los principios.

Para terminar, quiero resaltar la importancia de la participación de los jóvenes en el desarrollo humano, ya que permite el fortalecimiento de la responsabilidad, la creatividad, la autoconfianza, la solidaridad, el dialogo crítico y en general, las condiciones necesarias para desenvolverse en un medio social.

Es necesario que los jóvenes nos formemos como personas morales para que puedan vivir la justicia y la libertad, aunque tengamos que afrontar retos como la globalización y la emergencia de los multiculturales, que pueden dificultar en poco el proceso para llegar a ser ciudadanos auténticos comprometidos con su comunidad.

Respuesta a la pregunta del periodo:

¿En qué practicas humanas es necesario que primen los derechos humanos?

En todas las practicas humanas deben primar los derechos de las personas. Todos debemos estar atentos para denunciar, sensibilizar e informar. No podemos quedarnos pasivos frente a una sociedad que se forma con pensamientos excluyentes y que no entiende la importancia de defenderla dignidad y la diferencia de los demás, como una forma de hacer defender las propias.

Debemos tener presente que la equidad, la justicia y la libertad, evitan la violencia y ayudan a la paz, y que, si luchamos por los derechos de las demás, aseguramos los nuestros.

Gracias por leer

Juan Manuel Londoño Serna 10°1