INTEGRANTES DEL EQUIPO: Manuela Barrera, Melany Peláez, Yeni Grisales, Sara restrepo y Samara Ruiz. (Grupo: 9°1).
AVANCE: Diseño y aplicación de la encuesta.
MARCO TEÓRICO:
Del total de embarazos, según la encuesta de Profamilia, 24% terminan en aborto y 26 % en nacimientos no deseados. Entre todas las mujeres de 15 a 55 años, 22.9% tuvieron un aborto inducido, quiere decir una (1) de cada cuatro. Por grupo de edad, en las adolescentes menores de 19 años el porcentaje llega a 44.5%, una de cada dos (Centro de Investigación sobre Dinámica Social-CIDS). Mediante la Sentencia C-355 de 2006 el aborto fue reconocido como tal por la Corte Constitucional Colombiana como un derecho de todas las niñas y mujeres bajo tres circunstancias: Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer, Cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida cuando el embarazo sea el resultado de una conducta constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento, o de incesto. La sentencia C-355 de 2006 -al reconocer este derecho- crea la opción, pero no obliga a ninguna mujer a optar por la interrupción voluntaria del embarazo. Por ello, es preciso que las mujeres cuenten con asesoría en opciones, en la que se les informe que aun estando inmersas en alguna causal pueden optar por seguir con la gestación y asumir la crianza o dar el producto de la gestación en adopción. La primera encuesta nacional donde se le preguntó a los colombianos de 2772 hogares su opinión con respecto a la Interrupción Voluntaria del Embarazo deja mucho por hablar y hacer. Aunque el 65% esté de acuerdo con la despenalización del aborto, existe solo un 35 % de probabilidad de que una mujer embarazada esté enterada que el aborto es legal en Colombia, esto está muy ligado al nivel de educación y las fallas en el sector salud al no contar con rutas de atención o con profesionales capacitados que no hagan un mal uso de la objeción de conciencia. La encuesta publicada en el periódico “El Espectador”, el 28 de septiembre de 2017, también informa que el 81 % de la población dijo que es la mujer quien decide si quiere tener hijos, dejando claro que aún sigue habiendo una gran desventaja para los hombres en relación a su opinión sobre el tema. A veces, los varones ni siquiera son informados del proceso de aborto, no se sabe bien cuál es ni cuál debería ser el papel de ellos en cuanto al contacto, el relato y la ambivalencia de una experiencia que implica participar, pero nunca completamente del proceso. Mario Pecheny (Facultad de Ciencia Sociales-UBA) también agrega que es de suma importancia alentar a que se investigue el aborto dándole un enfoque con las relaciones de género, ya que por lo general siempre suele hablarse del aborto desde las biografías de las mujeres que han pasado por ello, por ejemplo, en una investigación de Laura Albornoz (abogada, académica, investigadora y política chilena) sobre la vida que se defiende al hablarse del derecho a la vida, se plantea que para las mujeres la maternidad es demasiado importante como para improvisarla, como para recibirla en momentos de extremada pobreza, de violencia, de dignidad pisoteada, con casos de violación, con la emocionalidad desmejorada; aunque las mujeres quieran formar una familia, cuando quedan embarazadas a una edad que no desean, toman el camino más eficaz (el aborto) para no dañar la proyección y metas que tienen para más adelante; aunque en sus proyectos de vida esté formar una familia. Pero ¿qué hay del proyecto de vida de los hombres que se enfrentan a una situación de aborto? El principal cuestionamiento es si puede considerarse justo que las mujeres tengan derechos reproductivos, mientras los hombres solo tienen responsabilidades –especialmente de orden económico- en ese campo, ¿acaso es equitativo que la mujer tenga el derecho a no ser madre, mientras el hombre está obligado a ser padre y responder por el bebé si no es lo que ha planeado? De hecho, otro tema que es usualmente ignorado por todos, pero que ha sido evaluado por el doctor Keith Ablow, es el impacto emocional que puede tener en un hombre el aborto no consentido de su hijo. Mel Fei, director de “National Center for Men” reitera que hasta ahora la decisión sobre la reproducción ha estado en manos de las mujeres, pero si queremos hombres responsables, ¿lo correcto no sería que ellos también tuvieran opción de decidir? Para concluir: todo esto se debe a una disyuntiva de gran magnitud donde se enfrentan posiciones de género tan disímiles y tan arraigadas que no resulta fácil conciliar las partes ni encontrar un punto de equilibrio (Revista diners, 2013).
Primer avance: S
Segundo avance: S S