Fecha: Medellín, 24 de marzo del 2019.
Tema: Presentación y análisis de la Teoría de las Emociones de Martha Nussbaum
Nombre del docente: Marco Antonio Restrepo.
La clase inicia con la intervención del docente recordando los criterios filosóficos de valoración moral con los que hemos venido trabajando en las clases anteriores: el razonamiento moral categórico y el razonamiento moral por principios. (aquí puedes describir un poco de cada uno)La idea de Bentham que es la que trabajamos principalmente al hablar de razonamiento moral consecuencialista, es la siguiente: la acción correcta, la acción justa es maximizar la utilidad. Para él la utilidad es el balance de placer sobre dolor, de felicidad sobre sufrimiento. Este pensador observó que los seres humanos nos guiamos por dos sentimientos, el dolor y el placer, así que en ello basó su teoría moral
Sobre la perspectiva kantiana y los principios morales categóricos, hay que añadir que considera que todo ser humano debe obrar de tal modo que dicho acto se pueda convertir en una ley universal, utilizando al otro como un fin y nunca como un medio. También se entiende por imperativo categórico el acto o proposición que se lleva a cabo por el hecho de ser considerada necesaria, sin que existan más motivos para ser llevada a cabo que dicha consideración.
Después de eso, introduce una nueva perspectiva: la Teoría de las emociones de Martha Nussbaum. Los equipos de trabajo recibimos un fragmento de texto para ser analizado por cada equipo. Este ejercicio se expone y se discute entre toda la clase. Al equipo de Emanuel Barrientos le corresponde el primer fragmento y de allí se subraya que Crisipo y los estoicos pensaban que las emociones cegaban el razonamiento y la correcta valoración moral, ya que algunas emociones no correspondían con los objetos que las generaban (miedos infundados, miedo a los fantasmas, por ejemplo) y que eran producto de errores en la educación que recibían las personas. El equipo de Santiago Torres subrayó que en su texto, Aristóteles presentaba la idea de una relación entre las emociones y la vida feliz, y que por lo tanto era importante tomar en cuenta el papel de las emociones para tomar decisiones en la vida humana. Además rescataron que Aristóteles reconocía que las emociones tenían un contenido cognitivo que permitía conocer el mundo. El docente dijo que esos eran los referentes filosóficos del mundo antiguo en la teoría de Nussbaum. El equipo de Santiago Cano, extrajo del texto la idea de que las emociones pasan por un proceso que inicia con una percepción de un objeto o situación, genera un contenido cognitivo en segundo lugar y finalmente se desencadena la emoción. Esto es una idea de la psicología cognitiva. Según el docente, estos son los referentes contemporáneos de la teoría de la autora. El equipo de Kevin Varón rescató del texto la idea de que las emociones contienen juicios de valor positivos sobre cosas o situaciones. Son importantes porque desempeñan algún papel en la vida de las personas. Por eso las emociones permiten ver el mundo desde el punto de vista de nuestra vida y de nuestros proyectos. A eso le llama la autora juicio eudaimonista, o sea que está ligado al florecimiento de la persona. Kevin dice que a pesar de lo que piensa la autora, las emociones deben tener un papel moderado en la toma de decisiones, y que es más conveniente hacer uso de criterios lógicos para ello. El equipo de Valentina Ramirez y el de Ximena Diaz dijeron de su texto, que allí se rescataba la idea de que las emociones nos permiten darnos cuenta del daño moral que puede estar sufriendo alguien y que nos invitan a actuar. También rescatan la idea de la autora de que los seres humanos somos seres frágiles, expuestos a la buena o mala fortuna, que no podemos controlar todo lo que sucede o sucederá en nuestra vida. Por eso cuando las emociones de compasión, ira, pesar o temor aparecen, significa que alrededor nuestro se produce sufrimiento y que su dignidad puede estar siendo menoscabada. Y que especialmente la compasión nos protege de cierta manera contra los designios de la fortuna, ya que la compasión nos invita a movilizarnos en obras para la búsqueda del bien público y no solo personal.
En el tablero, el docente dibuja el esquema que el equipo de Cano presentó, Percepción – Cognición – Emoción, y pregunta qué estado cognitivo debe corresponder para que aparezca la emoción de la compasión. Para ello da tres minutos para que los equipos deliberen. Algunos dicen que es la fragilidad, la condición humana, otros la dignidad. Marco escribe que es la idea de dignidad menoscabada. La clase termina y el docente deja la tarea.
Para la próxima clase la tarea consiste en revisar estas tres concepciones para la deliberación moral que hemos trabajado desde las sesiones anteriores. Además llevar la tarea preparada con los padres de consultar qué tanto ellos se dejan llevar de sus emociones para tomar decisiones.
Consulta: A lo largo de este año hemos trabajado los dilemas morales, pero en realidad no tenemos plena conciencia sobre su definición, “Un dilema moral es una narración breve en la que se plantea una situación problemática que presenta un conflicto de valores, ya que el problema moral que exponen tiene varias soluciones posibles que entran en conflicto unas con otras. Esta dificultad para elegir una conducta obliga a un razonamiento moral sobre los valores que están en juego, exigiendo una reflexión sobre el grado de importancia que damos a nuestros valores.” A raíz de un artículo escrito en 1962 por E. J. Lemmon, titulado precisamente "Dilemas morales" (Moral Dilemmas), se abrió un debate entre los filósofos anglosajones contemporáneos acerca de la existencia o no de los auténticos dilemas morales.
Además considero importante que seamos conscientes de que hay varios tipos de dilemas:
Dilema de análisis: Es aquel dilema en el que el protagonista de la historia ya ha tomado una decisión y ejecutado una conducta, y se trata de que el participante emita juicios de valor sobre esa solución que se le ha dado al caso.
Dilema de solución: El problema se plantea abierto, es decir, que se limita a exponer el caso y sus circunstancias, pero sin presentar una solución concreta.
Dilemas hipotéticos: Son los que plantean problemas que no es probable que les sucedan a los participantes, pues proponen situaciones abstractas o muy generales, alejadas de la realidad.
Dilemas morales reales: Plantean situaciones conflictivas sacadas de los problemas de la vida cotidiana, casos que les pueden pasar a los personas.
Dilemas completos: Son aquellos que informan con amplitud de las diversas circunstancias que influyen en el problema, con el fin de que quien va a emitir un juicio sobre el mismo disponga de la mayor cantidad posible de información, hecho que contribuirá a que la toma de decisión sea más ajustada a criterio. Al tener todas o casi todas las variables, el juicio moral será más razonado y correcto.
Dilemas incompletos: Son los que no proporcionan una información completa sobre las circunstancias concurrentes en el dilema, limitándose a plantearlo a grandes rasgos, sin detalles. Ante esta falta de definición, los participantes tendrán que hacer un esfuerzo reflexivo para discernir ellos mismos bajo qué circunstancias tomarían una decisión en un sentido u otro.
La idea de Bentham que es la que trabajamos principalmente al hablar de razonamiento moral consecuencialista, es la siguiente: la acción correcta, la acción justa es maximizar la utilidad. Para él la utilidad es el balance de placer sobre dolor, de felicidad sobre sufrimiento. Este pensador observó que los seres humanos nos guiamos por dos sentimientos, el dolor y el placer, así que en ello basó su teoría moral
Sobre la perspectiva kantiana y los principios morales categóricos,hay que añadir que considera que todo ser humano debe obrar de tal modo que dicho acto se pueda convertir en una ley universal, utilizando al otro como un fin y nunca como un medio. También se entiende por imperativo categórico el acto o proposición que se lleva a cabo por el hecho de ser considerada necesaria, sin que existan más motivos para ser llevada a cabo que dicha consideración.
Aporte: Los dilemas morales considero yo que son pequeños momentos en los cuales nuestro sistema falla; hemos tratado de hacer algo infalible, tratando de hacerlo muy perfecto y al final terminan existiendo pequeños huecos donde el sistema entra en contrariedades y al no tener un pensamiento unificado (cosa complicada al estar en una sociedad que ha desarrollado diversas maneras de abordar la moralidad) estas situaciones se vuelven nuestro objeto de estudio para tratar de ver qué podría suceder en situaciones hipotéticas.
Creo que estas situaciones están relacionadas intrínsecamente con la visión de justicia que podemos tener y ésta ha sido una situación que vas más allá de las leyes y se enfoca en conceptos como la libertad y la igualdad, y con la naturaleza, que nos da a todos cualidades que tenemos y podemos ejercer (cómo en su momento lo presentó Platón), estos dilemas morales permiten cuestionar de raíz las maneras en las que hemos establecido los patrones de comportamiento y las maneras de relacionarnos con el otro para construir sociedad y cooperación de la especie. Así mismo son ejercicios curiosos para entender y empatizar con diversas maneras de pensar que se han adquirido entre las personas del salón de clase, con estas diversas opiniones y creencias, los debates se vuelven interesantes para poder entender no solo las mentes de las personas con las que compartimos cinco días a la semana, sino también para acercarnos a la inminente realidad de la vida diversa, compleja y enmarañada.
Ana, tu protocolo es muy completo, las palabras son las más adecuadas para desenredar los pensamientos que se nos generan en la clase, especialmente cuando decidir entre lo correcto y lo incorrecto es el tema principal. Me ha gustado mucho que hayas consultado los tipos de dilemas, pues solía creer en que solo existía uno, el dilema moral, donde tengo que decidirme por lo consecuencial o lo categórico, pero no siempre hay mucho más allá. Esto me ha llevado a pensar de que los dilemas son bastante útiles bien, pero que son mejor si tratamos de dejarlos como dilemas para siempre, si no intentamos responderlos, ya que si lo hiciéramos le quitaríamos como tal su esencia de dilema y pasaría a ser solamente una cuestión que le generó duda a la humanidad en algún momento y pasaría a la historia, a ser un mero recuerdo, por eso diría que es mejor, que dejemos a los dilemas y los traigamos a colación a cada rato para que nos hagan pensar y sentir aunque sea un poco en nuestras vidas. Tal vez pueda estar contradiciéndome con eso, ya que si no se hubiesen resuelto algunos dilemas tendríamos serios problemas, pero ¿Qué tal si la respuesta hubiese sido la otra opción?
CONSULTA
La discusión de los dilemas tiene como objetivo, articular los propios sentimientos y emociones ligados a conflictos, atreverse a hablar aun en casos de ansiedad y en circunstancias hostiles, distinguir entre la calidad de opiniones (sean o no contrarias a mis propias opiniones), reconocer conflictos, valores morales y otros valores, diferenciar principios morales de valores humanos no universalizables, utilizar la razón para resolver conflictos, utilizar el diálogo con otras personas para resolver conflictos, apreciar el valor de oponer razonamiento a crítica para el propio desarrollo, apreciar el discurso racional con oponentes para mantener y desarrollar el orden social.
LO QUE APRENDÍ:
A diferencia de un problema, que puede resolverse con una justificación, explicación o argumento que defienda alguna de las partes que hay en el problema, pero un dilema hay justificaciones y argumentos a favor de ambas partes, es por eso que no sirve cualquier argumento y cualquiera que sea que aportemos, tendrá otro que lo refute, también, así como hay que defienda cada parte del dilema, ambas opciones dañan algún principio moral significativo. Por eso es tan común que se trate de jerarquizar a los valores y a los beneficios o consecuencias, pues por el momento ambas opciones tienen el mismo valor, pero ¿eso está bien? Al existir varios principios morales en juego, no podríamos decir que hay unos más importantes que otros, así como no podemos decir que la vida de cinco personas es más importante que la de una, no deberíamos hacer nunca eso, pues se estaría beneficiando solo a uno parte de la población, sin embargo, es eso lo que básicamente ha estado haciendo la humanidad a lo largo de los años, jerarquizando consecuencias y eligiendo la menos peor, o jerarquizando beneficios para la mayoría ¿dónde queda el resto? Es ahí donde surge mi cuestión de, qué pasaría si a los dilemas le diéramos la solución que no se acostumbra.
Está bien que no hay forma de satisfacer los dos valores o principios en juego y nos vemos obligados a elegir. Pero, pensemos, por ejemplo, nuestro automóvil se ha quedado atascado en las vías del tren con todos nuestros familiares dentro y el tren se aproxima, para evitar ser arrasados, podemos jalar una palanca que desviaría el tren hacia al otro lado, sin embargo, las 200 personas que viajan en el tren morirían ¿a quién salvamos, a nuestra familia o a 200 personas? Cualquiera diría que, a su familia, o cualquiera diría que, a las 200 personas, por eso es un dilema, pero, ¿qué tal si bajamos a todos nuestros familiares del auto y dejamos que el tren siga su recorrido normal? Sabiendo que existe esta posibilidad, cualquiera de las dos decisiones que se pudieron tomar era equivocas, entonces ¿acaso eso no ocurre con los dilemas que ya se han resuelto? Es un buen ejercicio tratar de replantear los dilemas que ya están resueltos dándoles otra alternativa, o respondiendo con la que ya se consideró como no adecuada, pues la solución de los dilemas solo nos ha servido para ser conscientes de la clase de persona que queremos ser y la clase de mundo en la que queremos vivir, más no para hacer lo que es adecuado.
Referencias bibliográficas
http://olimpiadafilosoficamadrid.es/normas-para-abordar-la-solucion-de-un-dilema-moral
https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-87285.html