Razonamiento moral consecuencialista y Razonamiento moral basado en principios
Innovation Revolution
Mayerli Gil
Daniel Cano
Laura García
Kelly González
Ana María Hurtado
Ética 11°1
Introducción
Desde temprana edad la sociedad se ha encargado de inculcarnos principios morales de los cuales, no somos conscientes hasta abordar un punto más crítico, en donde se presentan situaciones en torno a todas las enseñanzas y experiencias que se encuentran en periodo de prueba.
Partiendo de allí se deducimos significativamente que:
El razonamiento moral Consecuencialista es una postura mental en los terrenos de la moral una posición que tiene como base las consecuencias de las acciones para juzgar si esas acciones son buenas o malas. Una conducta es buena, si los efectos o consecuencias que tiene son buenos y una conducta es mala, si los efectos o consecuencias que tiene son malos.
En esencia las dos reglas anteriores son el fundamento del consecuencialismo y en caso de que las consecuencias de un acto sean ni buenas ni malas, ese acto será moralmente irrelevante. El consecuencialismo se utiliza con mucha frecuencia, sobre todo de manera implícita y sin mucha conciencia de estarlo haciendo, sin embargo, tiene muy serios problemas que trato en lo siguiente; una gran dificultad es su razonamiento erróneo: trata de evaluar moralmente un acto por sus consecuencias, buenas o malas. Es decir, no evita el problema de definir lo bueno y lo malo previo a la acción está obligado a definir lo bueno y lo malo con anticipación al acto realizado.
Las personas que realizan actos tienen un propósito al hacerlos, ese objetivo que buscan, pero no todas lo logran y los actos humanos tienen efectos distintos. No hay manera de valorar la moralidad de esta manera al no poderse saber con seguridad las consecuencias totales de las acciones; también, es común el caso de efectos imprevistos, colaterales son los que no se anticiparon o era imposible hacerlo. No hay forma de incorporar ese caso al evaluar la moral de un acto sólo por sus consecuencias es imposible saber anticipadamente todos los efectos de los actos, especialmente los difíciles de prever.
Entre las cientos de opiniones que se pueden derivar a partir de ello, queremos preguntar: ¿cuánto tiempo debe pasar antes de evaluar el acto como moral? No hay respuesta razonable. Podrían ser segundos, o años; una acción, con consecuencias malas inmediata ahora, podría tener efectos positivos después o viceversa. La razón que justifica tratar al consecuencialismo es la frecuencia con la que es usado para justificar acciones indebidas o dudosas al menos cometiendo de esta manera la falla de justificar el medio por los fines.
Teniendo claro el razonamiento, el caso trabajado en clase “La Reina Vs. Dudley & Sthepens”, ¿tiene justificación alguna? Si bien los fines justifican el medio, es moralmente bien visto pero, comprende la mayoría de las fallas en su argumentación. La razón que justifica tratar al consecuencialismo es la frecuencia con la que es usado para justificar acciones indebidas o dudosas, es decir, sin importar el medio se significan los fines de la mejor manera y entendemos que, si es necesario aportar un valor a todas las experiencias que nos permiten ser parte de la sociedad o nos caracterizan como individuos de la misma, no poseemos la razón adecuada o los argumentos moralmente cruciales para definir un hecho como un “bien” para aquellos que los realizan sin importar las consecuencias para los demás implicados, es decir, ¿qué importancia tiene entonces razonar de forma correcta si la moral se encuentra erróneamente ejecutada? ¿Si nuestros hechos se definen por contraproducir la libertad del otro, los derechos de quienes nos rodean? ¿Podríamos entonces decir que, sin importar las consecuencias que comprendan los actos del otro para los demás debe afectarle en forma positiva y aceptar que el hecho es la razón de la importancia? Proponemos que no hay manera de valorar la moralidad de esta manera. Tanto el acto como la consecuencia debe comprender un fin adecuado para respetar las reglas morales adaptadas para el buen vivir en la sociedad.
Nos gustaría proponer para dar finalidad a este punto: Si nos encontramos en una constante proposición de medios para evaluar la moralidad de todos y respetar los derechos establecidos (partiendo de los deberes), ¿cómo podríamos considerar que los fines justifican el medio cuando este se encuentra afectando directamente cada una de las formas propuestas? ¿No es esto vilmente contraproducente? Si debe implementarse la razón, que sea a partir de las preguntas que bien cuestionan nuestros actos para un buen fin común.
Entre las significancias, es importante establecer:
El razonamiento moral basado en principios es el juicio de valor que hacemos ante situaciones en las que se debe tomar determinada opción y el proceso cognitivo que permite la reflexión sobre los valores, jerarquizarlos y tomar decisiones en consecuencia.
En este punto es necesario ponerse en el lugar de otros y diferencias los puntos de vista con los de otras personas, donde se actúa pensando realmente en las intenciones y en las consecuencias de los actos, no centrándose en valores específicos sino, en razonamientos morales, es decir, en las razones que tienen las personas para elegir una u otra acción.
Mediante este razonamiento podemos dar respuesta a las preguntas planteadas en el anterior, donde los principios del bien, la imparcialidad y la justicia no son la moralidad precisa que sí se encuentran es este razonamiento. Si razonamos partiendo de la moralidad basada en principios, podremos tener en cuenta los derechos del individuo y las leyes aceptadas o propuestas democráticamente obedeciéndolas por el bien de la comunidad y planteando una libertad que se desarrolla a partir de los límites pero, no hace daño y obedeciendo los principios éticos universales planteados por nosotros mismos, es decir, sin contraproducir lo que establecemos avalando el medio por un fin y teniendo en cuenta la moral en conjunto difiriendo así en cuanto a la cultura.
Queremos apuntar a que, las decisiones morales no se toman en el vacío, por el contrario se adoptan en situaciones de crisis y es un ejemplo clave (donde no se tuvieron en cuenta los principios morales o valores partiendo de sí) el caso trabajado en clase “La Reina Vs. Dudley & Sthepens”, donde evidenciamos que la decisión se tomó en el vacío y no se adoptaron posturas clave, aportando mayor importancia al fin y excluyendo las consecuencias que no sólo diferían la muerte sino, el confrontamiento legal a las leyes que propuestas en el mismo medio y contraproduciendo así sus principios.
Caso de nuestro contexto local:
Si lo planteamos de forma distinta, entendemos que las situaciones se relacionan entre sí partiendo de los razonamientos establecidos y duramente evaluados conforme se ejecutan; un ejemplo clave, es el robo en la sociedad. Si un individuo roba, ¿por qué lo hace?
¿No se hace necesario conocer las razones que avalen o contradigan el punto?
Normalmente se presentan casos de robos, quizá podemos diferir que se llevan a cabo por necesidad y el fin del individuo acicala la forma en que lo hace, es decir, si atenta contra la vida de una persona o varias no debe importar porque su fin es alimentar a una familia con diferentes necesidades y en cuestiones críticas, ¿acaso debe entenderse de esa forma? ¿O por el contrario? Razonar en torno a los principios morales y tener en cuenta los límites de los otros individuos que también hacen parte de la sociedad, sin tomar decisiones morales en los vacíos y adoptando una postura correcta en la determinada situación de crisis teniendo en cuenta los derechos y moralidad del otro haciendo un juicio de valor reflexivo y tomando decisiones en consecuencia.
Conclusiones
La tendencia frecuente a discutir la moral, como si fuese una institución por sí misma y como si pudiese ser afirmada sin referencia a los principios generales de la conducta entre otras cosas, nos parece lamentable.
Los principios son los mismos, el punto especial de contacto y aplicación es el que varía con las diferentes condiciones. Entendemos que estas teorías éticas requieren ser consideradas desde puntos de vista diferentes social y psicológicamente, es decir, no se trata de una división sino, de un proceso de distinción necesario. Por más nobles que sean nuestros principios éticos, en la conducta no siempre se reflejan nuestros pensamientos o convicciones cuando llega el momento de cumplirlos.
Referencias
Cedeño, M. (17 de Junio de 2014). https://prezi.com/lzgu0syylhh3/razonamiento-moral-y-teoria-de-kohlberg/. Obtenido de https://prezi.com/lzgu0syylhh3/razonamiento-moral-y-teoria-de-kohlberg/: https://prezi.com/lzgu0syylhh3/razonamiento-moral-y-teoria-de-kohlberg/
http://www.ehu.eus/aarrieta/apunteak/consecuencialismo.pdf. (s.f.). Obtenido de http://www.ehu.eus/aarrieta/apunteak/consecuencialismo.pdf: http://www.ehu.eus/aarrieta/apunteak/consecuencialismo.pdf
Mill, J. S. (1999). http://www.ehu.eus/aarrieta/apunteak/consecuencialismo.pdf. Obtenido de El utilitarismo: http://www.ehu.eus/aarrieta/apunteak/consecuencialismo.pdf
Mora, L. G. (11 de 10 de 2011). contrapeso.inf. Obtenido de contrapeso.inf: contrapeso.inf