En esta clase hablamos sobre el plan de área, sus objetivos y lo que este contiene. El docente nos realizó una pregunta el cual consistía en ¿qué es crear una cultura de pensamiento? Luego de esto algunos estudiantes aportaron su pensamiento sobre esto, este se trataba de que una cultura se daba por la educación, moral, comportamiento, acciones y costumbres de una persona.
Luego de esto hablamos sobre las reflexiones a lo cual Camila nos aportó que realizar una reflexión estamos pensando y observando, ya que desde muy pequeños nos hemos estado preguntando por todo aquello que nos rodea es decir; nos cuestionamos que es y por medio de esto sacamos algunas respuestas junto con el pensamiento podemos tener una representación que está conformado en dos partes, primero en algo que se nos presentó y luego se nos volvió a presentar pero lo tomamos ya con otros puntos de vista y pensamientos.
Para continuar con la clase el docente nos habló de que Aristóteles decía: los jóvenes no piensan, y que la filosofía se aprende cuando una persona es adulta, debido a dudas experiencias, aunque todo depende de la vida que lleve esa persona, debido a que existen personas que a muy nociva edad y tienen mucho conocimiento de la vida. Luego de esto nos cuestionamos sobre ¿cómo se valora el pensamiento? Sobre esto tratamos de buscar algunas respuestas en las que están, que uno valora o juzga a las personas dependiendo de sus acciones, en vez de valorar también sus pensamientos, ya que muchas veces esto tiene más valor.
Por otro lado, hablamos sobre las expectativas que uno tiene sobre una persona a través de las acciones que este tenga, luego de esto el docente le pregunto a algunos equipos sobre las expectativas que tenía de sus compañeros.
Para finalizar la clase hablamos sobre los indicadores y las fuerzas culturales.
CONSULTA
Las expectativas están formadas mediante suposiciones acerca de lo que creemos que tendría que ser, en base a lo que nos han enseñado y hemos aprendido. Muchas veces las expectativas que tenemos se alejan de la realidad y nos encontramos de lleno con la frustración. Cuando lo que esperábamos no encaja con lo que ocurre, aparece el sufrimiento.
Es inevitable tener expectativas acerca de algo o de alguien. Todos nos las vamos formando como un proceso automático de nuestra mente. Tenemos, a su vez, expectativas hacia nosotros mismos, de cómo deberíamos de comportarnos o a lo que tendríamos que aspirar. La mayoría de ellas impuestas por la sociedad y la cultura en la que vivimos. Desde pequeños nos bombardean de cómo debería ser nuestra vida e intentamos llegar a ese ideal.
Las creencias que nos vamos formando van construyendo nuestro mundo y nuestra realidad. Las expectativas son un elemento clave, influyendo en cómo nos relacionamos con los demás, y sobre la imagen que tenemos acerca de nosotros mismos. A través de ellas, nos aferramos al «cómo» debería ser aquello que ocurre y nos encerramos en una sola posibilidad. ¡Ese es el principio de muchas frustraciones!
«Una profecía que se autocumple es una suposicion o predicción que, por la sola razón de haberse hecho, convierte en realidad el suceso supuesto, esperado o profetizado y de esta manera confirma su propia ‘exactitud'».
-Paul Watzlawick-
APORTE
Creo que somos seres en formación, siempre y cuando se generen expectativas positivas en nosotros iremos formando una idea de un futuro, todo dependerá en algo también del destino, del carácter y la personalidad que logremos formar ya que será esto lo que nos mantenga en pie de lucha ante las circunstancias que se nos presenten en la vida, es cierto además que somos seres independientes, individuales. Dueños no solo de nuestras vidas, sentimientos, actos, dueños de nuestras expectativas y sueños por el cual iremos a luchar, por ello no así queramos debemos ser ajenos las distintas influencias de nuestro entorno; sea familiar o particular, será siempre opción nuestro libre albedrio el que nos lleve por la vida de una forma positiva o negativa para la sociedad y para nosotros mismos, lo importante creo debe ser la sinceridad, la honestidad y la transparencia que formemos en nuestro espíritu.