¿Qué aprendí de la consulta sobre la belleza?
Durante mi consulta me di cuenta que muchas veces los temas o conceptos con los que más interactuamos a diario son los más difíciles de definir, en este caso la belleza, algo que ya damos por obvio y que por esto se nos hace tan difícil de comprender completamente. Además esto también hace que surja la duda acerca de si es la belleza un concepto objetivo o subjetivo; a mi parecer el solo hecho de que las personas no pueden ponerse de acuerdo con este dilema ya implica algo de subjetividad.
Otra cosa de la que me percaté con la consulta, es el condicionamiento al que estamos sujetos a la hora de pensar, debido a todos los factores sociales, culturales e históricos que nos rodean. Esto lo podemos ver en cómo los filósofos trataban de entender la belleza según las realidades en las que vivían, los movimientos que surgían o las ideas y estándares que tenían en su contexto específico. Estos factores no solo varian dependiendo de el lugar, sino también de la época, pues al estar sujetos a tantos cambios estos van evolucionando con la sociedad.
Sin embargo, esta subjetividad y forma de condicionamiento no es solo cuestión de filósofos, también es un asunto cotidiano y que es perceptible en nuestra cultura, en la cual se siguen estándares de belleza impuestos culturalmente pero que no necesariamente son acordes a la realidad de las personas, incidiendo con ello en perseguir ideales de los cuales desconocemos autores, tiempos, historias, antecedentes, etc.
Estos estándares impuestos pueden ocasionar incluso atentar contra sí mismo, lo cual se puede convertir en un dilema de identidad e incluso de valores al tratar de dar respuesta a atributos o cualidades añadidas subjetivamente a algún concepto asociado a temas cotidianos y transversales a toda existencia humana.
Razonar sobre estos temas puede darse por alto al asumirse como un tema trivial o simple, sin embargo tienen tanta incidencia en la conducta humana y la forma en que se consolida una sociedad y se relacionan sus integrantes, que deberían generarse espacios para fomentar el raciocinio sobre estos, de esta manera tendríamos sujetos más conscientes que tomen decisiones más acordes a sus realidades y no a conductas idealistas heredadas culturalmente.