Caso de la Reina vs Dudley & Stephens
Equipo: IRIS
Integrantes:
Natalia Bedoya Valeria Coral
Sara Hernández
Juan Pablo Restrepo
Ana María Sierra
Área: Ética
Docente: Marco Restrepo
Para empezar, debemos recordar un poco la historia, se encontraban cuatro hombres en un barco que fue hundido por una gran ola, estos sobrevivieron gracias a que aquel barco cargaba con un bote salvavidas. Allí no tenían comida, solamente dos latas de Nabos y un tiempo después de estar allí varados consiguieron pescar una tortuga, en medio de la desesperación, el hambre y la deshidratación uno de los hombres decidió tomar agua del mar lo que le causó una gran enfermedad, que por poco lo lleva a la muerte, fue allí donde uno de los tripulantes comenzó a tener la idea de que uno debía morir para poder salvar a los otros. Uno de ellos, el más chico, no estuvo de acuerdo con que esto sucediera, sin embargo, mientras este dormía los otros dos formaron un complot y asesinaron el hombre enfermo para luego comérselo, cuatro días después estos fueron rescatados y enviados a juicio por el asesinato de aquel hombre.
Crítica:
Creemos que no se puede dar una opinión concreta frente a este tema puesto que es un paradigma y no nos sentimos en la capacidad de decir que está “bien” o que está “mal”, sin embargo intentaremos plasmar en este ensayo nuestros pensamientos frente a lo acontecido.
La posición en la que se encontraban los tripulantes del barco no era para nada fácil, en esta historia entran en juego muchas posturas morales, que comprenden una extensa cantidad de pensamientos e ideales. En nuestra opinión no es correcto decir si estuvo bien o no lo que hicieron, debido a que no pasamos por lo que ellos, no somos nadie para juzgar las acciones de alguien y si estamos en este mundo es precisamente para aprender de nuestros errores y mejorar cada día.
Aunque lo anterior no justifica el hecho de le arrebataran la vida a una persona, esto, de igual manera es una situación inexcusable. La vida es lo más preciado que un ser humano puede tener, para disfrutar y tal vez esa fue la razón por la que los tripulantes decidieron asesinar el hombre enfermo, para poder seguir disfrutando de su vida.
Pensamos que el ser humano está programado para sobrevivir, y esa es la causa de que sucedan tantas cosas en el mundo, principalmente por el hecho de que nos dejemos guiar por el egoísmo. Las personas diariamente están buscando seguir el curso de sus vidas y seguirlo bien, no les importa tener que pasar por encima de otras y si en algún caso se les presenta la situación “Es él o soy yo”, “Matar o morir”, las personas van a decidir seguir con vida por muy altruistas que sean, porque es lo que sabemos y nos han enseñado, seguir esa línea de nuestras vidas es muy natural o ¿no?
¿Es correcto lo que hicieron?¿Qué debieron hacer los marineros? No es factible responder esto, no existe un lineamiento que te guíe al momento de juzgar escenario tal. Esto es algo que la misma humanidad irá construyendo a partir de todas las experiencias que se han vivido.
En clases anteriores con el docente de Ética se han discutido posiciones que en este caso pueden mencionarse y ser de gran utilidad. Kant fue un filósofo prusiano de la ilustración que dedicó buena parte de sus escritos a la dignidad humana, en uno de estos expresaba “La vida es un fin en sí mismo”. La frase en síntesis manifiesta una posición que respalda la necesidad que implica para el ser humano asociarse, pero critica lo poco o nada que nos ponemos en lugar del otro. Para Kant era necesario empatizar con nuestros semejantes dejando de lado todo tipo de intereses financieros, políticos, religiosos, económicos o personales; concentrándonos única y exclusivamente en apreciar a el sujeto que nos rodea. Esto implica más atención si de hablar se trata, para interpretar de manera profunda la complejidad de nuestros conciudadanos. Entender sus aflicciones, sus odios más profundos, sus diferentes inseguridades, esperanzas, frustraciones, metas , sueños y poder así compararlos con los nuestros y ver que no son tan distintos.
Este tipo de práctica también permite que al mirar al otro sin intereses morales de por medio entendamos verdaderamente la ambigüedad de los términos bueno y malo. Ir más allá es interiorizar el hecho de que lo bueno es una interpretación cultural ligada a la historia ,la antropología, el país, la religión, a la manera en la que fue criado quien se pretende juzgar, las diferentes adversidades que se le presentaron y los logros que obtuvo. Son tantos factores que se nos sale de las manos el poder evaluarlos objetivamente para poder determinar si aquella persona es “buena”. Y aunque lo lográramos, el término de nuevo se estaría transgiversando porque sale de nuestra boca. No de la cuna y el lecho de las verdades universales, que no existe.
Ahora bien, si tomamos la frase y la direccionamos a la situación planteada, vista desde la perspectiva de los tripulantes que asesinaron a su compañero, nos encontraremos con que las palabras Kant también aplican para esto contexto, solo que de forma completamente distinta.
Lo que dio sentido y forma a la evolución de los seres humanos fue en primera instancia el nacimiento del lenguaje, este permitió que en el mundo prehistórico habitado por nómadas, cazadores y sobrevivientes se formaron comunidades agrícolas acentuadas en un solo territorio. La humanidad avanzó y con ella el legado de Grecia, Roma, Babilonia, Mesopotamia; se inventó la imprenta, las lámparas de gas y después la electricidad, cayeron imperios y monarquías, hubo civiles, guerras mundiales, guerras frías, conflictos bélicos; se produjo la revolución industrial y tecnológica y todo fue posible en gran medida gracias a la empatía y trabajo colaborativo. Esto es lo que nos diferencia y nos da ventaja sobre los demás animales. Sean hechos aportantes como la construcción de templos griegos, los procesos de paz, los sindicatos, la música y la literatura, o hechos trágicos como el bombardeo de ciudades por parte de su mismísimos gobierno como sucede en Aleppo. Ambos tipos de hechos son construcciones colectivas, impulsadas por dos tipos de motores distintos como lo son el amor y la violencia. Cabe aclarar, que una sociedad es producto de los recursos que dispone. Pensemos en los montones de tierra, semillas, agua, luz, electricidad, hidrocarburos que hay en el mundo como para dar posibilidades a el ser humano y hacer que no sea necesario matarnos unos a otros porque hay suficientes recursos para todos. Pero los tripulantes del bote salvavidas, ¿que tenían? Al cabo de unos días, absolutamente nada más que las ganas de vivir y alucinaciones constantes ocasionadas por el hambre y la deshidratación.
Entonces, bajo una situación extrema donde no se disponen de recursos, donde están a miles de kilómetros los entes morales que rigieron los derechos y valores de las personas que naufragaba, bajo un estado mental delirante y desconocido para los miembros del equipo, desconocido para el mismisimos Kant, su frase se transforma en un grito por la supervivencia: Los tripulantes entendieron la ferocidad de un animal que bajo el sol y la intemperie debe luchar a cualquier costo por su supervivencia. La propia vida es un fin ya que las condiciones no permiten asociarla con la del otro. En este caso, para la supervivencia sólo era posible sacar ventaja.
Concluimos que nosotros como ciudadanos, expuestos a unas condiciones de vida donde es posible escoger y donde es posible vivir cual seres humanos, escoger si sacar ventaja de nuestros semejantes, no debemos ver este caso como algo que criticar sino como un recordatorio de nuestra procedencia y de lo que nos mueve: Es más fácil construir una vida digna con ayuda de otros y por eso justamente seguimos siendo egoístas.
Cuando somos privados de todos los recursos y medios que nos constituyeron como sociedad, como civilización, como comunidad y que hicieron de nuestra vida algo más ameno y menos sufrido; volvemos a ser de índole animal, aferrados a nuestra propia hambre, a nuestro propio dolor, y a nuestra propia tragedia.
AMÉN.