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Ensayo crítico de ética: Equipo Aurora
Respetar la vida es el primer paso para hacer de la igualdad una realidad
La reina vs. Dudley y Stephens
Grado 11°2
Integrantes:
• Juan Manuel Piedrahita
• Silvia Muñoz
• María de la Paz Lopera
• Yuliana Morales
• Matheo Muñoz
Durante muchos años, para ser específica, después del 10 de diciembre de 1948 que se dio la declaración de los derechos humanos, se ha tenido presente que los derechos principales son aquellos con los que toda persona nace, por ejemplo el derecho a la vida que es fundamental, a la libertad y a la igualdad.
Creemos que los derechos son la base de todo y es algo que debemos respetar y se nos deben ser respetados, “mi libertad termina donde empiezan los derechos del otro” (Jean-Paul Sartre). Opinamos que lo que la historia nos cuenta de los sobrevivientes de yate Mignonette, es muy cruel ya que los marineros Dubley y Stephens pasaron por encima de los derechos de uno de ellos, Riched Parker. Vulneraron los derechos por el hecho de que pensaron que tenían la libertad de matarlo por el mínimo hecho de estar enfermo y creer que era el menos importante, se comprende que por la situación que se tenía en el momento necesitaban alimentarse, pero no de esa forma tan inhumana, en la que pusieron su bien particular por encima del bien general y definieron por un hecho discriminatorio, la utilidad de Riched.
Según el ensayo del equipo Changing Proyect: “el arrebatar la vida a personas es algo considerado inmoral” y tienen razón, ya que en todo el mundo, gracias a las Naciones Unidas, no importa a qué cultura, raza, sexo o religión se pertenezca, pero respeta el derecho a la vida y a la dignidad por encima de esas distinciones.
Lastimosamente, para que los hombres se concienticen del valor y la importancia de la vida y la dignidad de los demás, se hacen necesarios los contratos sociales como los derechos humanos, que para muchos es la mayor conquista de la humanidad. “El hombre ha nacido libre, pero vive entre cadenas, por esto hay que hacer contratos o pactos sociales para dignificarlo” (Guadarrama, 2016). La dignidad del hombre está sujeta a este tipo de pactos, que deben postular el respeto por la diferencia para que ninguna persona tenga la potestad ni los fundamentos para creerse más que otra.
En el ensayo, se plantea que se le quitó la vida a Richard en contra su voluntad, eso es algo que no es un secreto para las personas que conocen la historia. Existía la Ley del Mar, pero esta ley tenía como característica que la escogencia de la persona que iba a morir para alimentar a los otros se hacía por medio de una rifa y no por las características que tenía.
Desde ese panorama no podría hablarse de derechos humanos, pues la Ley del Mar no responde a una democracia y la democracia es el sistema que respeta y representa los derechos humanos. Sin embargo, se actuó en contra de la ley al no respetarse la elección aleatoria de quien debía morir, fue un acto de discriminación de una mente completamente utilitarista, pues según los asesinos, actuaron bajo el postulado de matar “al menos útil”.
Según Kant, 1798: “El egoísmo moral es aquel que reduce todos los fines a sí mismo, que no ve más provecho que el que hay en lo que le aprovecha, y que incluso como eudemonista pone meramente en el provecho y en la propia felicidad, no en la idea del deber, el supremo fundamento determinante de su voluntad”.
Todo esto quiere decir que a pesar de que la moral intenta condicionar el comportamiento humano, no lo direcciona ni lo obliga. Quienes tomaron la decisión de asesinar a Richard para su beneficio, fueron egoístas morales, pues respondieron al postulado de que “el fin justifica los medios” e hicieron caso omiso a su normatividad social, incluso a su deber ser. Actuaron bajo sus intereses individuales, sin pensar en la voluntad de los demás.
Además, en el artículo 3 de la declaración de los derechos humanos se menciona la seguridad de la persona, en este caso no debe de importar, como se ha mencionado anteriormente, la enfermedad o la discapacidad que tenga una persona, porque no existe una diferencia entre los derechos de una persona con discapacidad a una persona que no tiene ninguna, justamente en eso se justifica el derecho a la igualdad como uno de los principales.
“La igualdad social se desarrolla por la acción humana y la voluntad de pueblos y gobiernos que la quieren conquistar” (Guadarrama, 2016), pues la igualdad social es el reconocimiento de la equidad natural y para que eso ocurra, es necesario que dentro de una sociedad, todos actúen para proteger y desarrollar esa igualdad que hace dignos a todos los seres humanos y que debe ser respetada bajo cualquier circunstancia, sin importar los casos o personas particulares.
En el ensayo de Changing Poyect “la integridad está relacionada con la moral”, este tipo de frases son las que hacen de esto un tema atractivo. Este postulado tiene toda la razón, una persona que es capaz de pasar por encima de la vida de alguien es inmoral, claramente dependiendo de su entorno social, y por ende no es una persona íntegra hasta que logre entender los derechos de él y de los otros.
Los derechos humanos son la defensa de la dignidad de la persona frente al estado, por medio del poder público es que se posibilita el goce pleno de estos. Son inherentes a la persona, es decir, se reconoce a todos los seres humanos como personas con derechos que no dependen del estado ni de la cultura.
Este es un producto de un desarrollo histórico constante, la voluntad política para consolidar lo que es la gran conquista de la humanidad, ha estado forzada por ideas, sufrimiento de pueblos enteros, la movilización de la opinión pública y una determinación universal de lucha por la dignidad humana, por esto son de todas las personas por el hecho de existir.
A pesar de que se habla de derechos humanos, moral, integridad, deber ser y todos los elementos que dice el hombre que posibilitan la dignificación de la vida, se contradicen cuando se ponen los pies en la tierra y en la realidad de la sociedad en general.
La notable falta de valores impide que el hombre acepte al otro como prójimo, educativamente se piensa al hombre como un ser productivo, no como un ser social, el individualismo es absoluto, no hay solidaridad entre los mismos miembros de las comunidades; por lo mismo no puede esperarse una sociedad real, sino una sociedad de incomunicados y desinteresados.
Dentro de tanto individualismo, el hombre es naturalmente social, pero indefinido, esto en cuanto al cómo comportarse en sociedad; el ser persona se compone de un montón de actitudes convenientemente elegidas por cada uno en los determinados momentos y situaciones, estas actitudes provocan una crisis de identidad porque son tantas las actitudes y posturas que adopta el hombre en diferente lugar que se pierde en sí, en lo que es, la multiplicidad de máscaras contribuye al engaño social y relacional.
La historia del yate es un espejo que refleja narrativamente que cada actitud, extraña pero humanamente, siempre tendrá una tendencia al mal, esta contra el permanente anhelo del bien; esto se define entonces como la lucha constante del ser humano, lucha que en esta época se profundiza y hiere más con cada uno de los actos realizados por el ser humano.
Sin importar el panorama tan desalentador en el que se encuentran los seres humanos, el pensamiento de dignificar a la persona debe seguir vigente, hay que asumir la vida en y por el otro, que el individualismo no supere la capacidad relacional natural, la felicidad propia no puede ser más importante que la idea de una felicidad común, el bienestar social debería ser lo que movilice al ser humano actual, el abrir los ojos y darse cuenta de las cosas esenciales que hoy se olvidaron, no huir, sino afrontar con propiedad cualquier problema humano, pues es lo que afecta directamente a la integridad de la persona.
Finalmente, hay una necesidad universal de humanizar a los seres humanos, aunque se tengan que dejar por escrito las normas de convivencia como los derechos humanos que al fin y al cabo están creados para la protección de la vida, la libertad, la seguridad y en general el bienestar y la dignidad de todas las personas. Por eso, simplemente no tiene justificación matar por utilidad y pasar por encima de la ley y de los demás, sin importar qué tan útil sea para un individuo o una comunidad, cada persona debe ser respetada y dignificada con ayuda de una sociedad entera. Hay que hacer de la protección de la vida una obligación moral que se viva en el entorno social.
Bibliografía
Pedro Nikken. El concepto de derechos humanos.
Guadarrama González, P. (2016). Democracia y derechos humanos: visión humanista de América Latina. Bogotá: Universidad Católica de Colombia :Taurus.
Immanuel Kant, Antropología en sentido pragmático [1798], Alianza, Madrid 1991, p. 19.
Un.org. (2018). La Declaración Universal de Derechos Humanos. [online] Available at: http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/