Un proyecto de vida es el acoplamiento de todos aquellos planes que se organizan dentro de un esquema vital en el que cada individuo es libre de decidir cómo llevará a cabo su vida, y esto implica a su vez la selección de valores con los que se decide qué es lo correcto y que posteriormente forjará el carácter con el cual se tomarán todas aquellas decisiones. Sin embargo, al hacer parte de una sociedad,la moral puede variar según cada individuo y por lo tanto, se presentan los denominados conflictos de valores. Los dilemas morales surgen entonces, a partir de éstos últimos, y al ser conflictos de tipo subjetivo, a veces es difícil una construcción del proyecto de vida en sociedad.
La moral es entendida como el conjunto de normas, creencias, valores y costumbres que sirven de guía para la conducta de las personas en una sociedad [1].Sin embargo, el hecho de juzgar nuestras propias acciones e incluso las de los demás desde un punto de vista moral, asumiendo que la misma guía la conducta humana, puede ser problemático. Cada individuo crece con ideologías que pueden ser bastante diferentes porque existen factores culturales, sociales, económicos, políticos, etc, que influyen y que por lo tanto, sería absurdo asumir que todos podríamos tener una definición unánime del bien y en su efecto, del mal si realmente las condiciones en las que nos formamos como ciudadanos son tan diferentes. Hans Kelsen, de hecho, en su obra “¿qué es la justicia?” explora pensamientos de diferentes épocas de la historia, donde finalmente no le fue posible definir la palabra justicia, y esto debido a que lo que es correcto o “justo” tendría que asegurar que la conducta le genere satisfacción al mismo individuo, y esto desafortunadamente implica que no le genere la misma sensación de satisfacción al otro, lo que no siempre permite que sea fácil llegar a un acuerdo. Y a pesar de que existen los denominados “contratos sociales”, donde el Estado impone leyes que regulan nuestra conducta, la moral a veces es un medio que justifica muchas de las acciones de los individuos, y he ahí su dificultad.
Michael Smith plantea en su obra “ El problema moral”, un caso en la cual se analiza el hecho de que un individuo torture a una persona por placer; nuestro juicio expresa nuestra creencia de que la acción es incorrecta, y que es incorrecta ya que existen rasgos dentro de la acción que la catalogan como tal( por ejemplo, la tortura es degradante, cruel, es la peor forma de no considerar al otro como un igual,entre otros argumentos). Por otro lado,habría de suponerse por lo tanto que si existen rasgos de los cuales la acción es incorrecta para el individuo, esto reflejaría la conducta del mismo. Así, ante una ocasión de llevar a cabo la acción incorrecta, deberíamos como mínimo tener el deseo o inclinación de abstenernos de llevarla a cabo (a menos que estemos afectados por algún defecto en nuestra racionalidad). En otras palabras, si juzgamos sinceramente que torturar está mal, estaríamos motivados a evitar torturar[2].
En una conferencia dictada por el Dr. Michael Sandel, se plantean una serie de dilemas morales en los que se veían reflejados, a partir de la respuesta de los espectadores, dos tipos de razonamientos morales: el moral consecuencial, y el moral categórico. El primero , juzga si una acción es correcta o no a a partir de las consecuencias de la misma, y la teoría más conocida que hace parte de éste tipo es el utilitarismo, una doctrina que establece que la mejor acción es la que maximiza la suma de todo placer que resulta de la misma. Por otra parte, se encuentra la moral categórica, en donde se ubica la moralidad en ciertos requisitos morales absolutos, es decir, ciertos deberes y derechos categóricos, sin importar las consecuencias. Michael Sandel expone además, una serie de ejemplos de dilemas morales, donde la cuestión principal era confusa porque se ponían en evidencia casos bastante similares donde la respuesta cambiaba a pesar de que era un patrón similar. Fueron ejemplos donde fue bastante claro la manera cómo la moral puede ser tan subjetiva y por lo tanto, no valida para vivir en una comunidad en donde todos buscan el bienestar propio y donde es necesario que todas las partes cooperen.
Un ciudadano tiene el deber de ser partícipe de la vida política. Pero cuando la moral es manipulada por cada individuo, la vida en sociedad podría verse en conflicto y no habría la posibilidad de mantener el orden y es por ello que ya los mencionados contratos sociales juegan un papel tan importante. El Estado como tal regula la sociedad a partir de normas que en algún punto se asumieron que fueron aceptadas por todo un grupo, y a partir de ahí, hay un esquema que seguir sin la posibilidad de manipular la moral individual a el amaño de cada uno. Y a pesar de que no puede asegurarse el contento de toda una sociedad a partir de dichos contratos, éstos a su vez permiten cierta libertad que nos va a permitir abordar tantos dilemas morales.
Referencias bibliográfica:
[1] https://es.vikidia.org/wiki/Moral
[2] Michael Smith, El problema moral http://www.elboomeran.com/upload/ficheros/obras/9788416212514.pdf
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Ensayo: A A S S
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