Tema: Segunda sesión De La Cátedra De Paz
La clase de hoy comenzó con el profesor Marco preguntando quienes estaban conformes con su valoración final en el primer periodo de la asignatura, diciéndonos que él tuvo en cuenta vías valoraciones de las rúbricas pero que también había momentos en donde tuvo que decir no a algunas valoraciones.
También nos dijo que ese día empezarían solo dos protocolos, comenzando Paulina, recordándonos los aspectos más importantes de la clase anterior como la intervención que hizo el compañero Juan Pablo, mostrándonos su punto de vista sobe la pregunta de este periodo. ¿Qué elementos de la cultura nacional fortalecen los valores que inciden en el crecimiento del país?
Cuando Paulina terminó, el profesor Marco le preguntó cuánto tiempo se había tardado en hacer su protocolo, al cual muchos supusieron que mucho tiempo, debido a que su relatoría estaba bastante completa y muy detallada.
Luego continuó Juan David con su opinión y aporte, empleando bastantes metáforas y moralejas que interpretan una reflexión para todos, hablando de las creencias culturales de la nación, diciendo que por un lado era bueno, porque le daba mayor diversificación a nuestro país, pero nos corrige diciendo ¿De qué sirve tener tanta diversidad si sus costumbres no son valoradas e incluso son irrespetadas? Dejándonos un bello mensaje de manera brillante y específica.
Luego continuamos con el tema de la segunda clase, la segunda sesión de la catedra de paz, el compañero Miguel salió a leer una historia sobre Wandy, texto que consistía en el conflicto de Wandy y su novio, después de que Miguel terminara, el profesor Marco nos preguntó si todos teníamos claro cuál era la situación conflictiva de la pareja.
Algunos decían que el novio sentía celos, ya que Wandy quería pasar más tiempo con su familia que con él, otros que enojo y desesperación, pero todo llevaba a lo mismo un conflicto creciente y que con cada día que pasara se haría peor.
Entre conversación y participación llegamos al hecho de preguntar, como demostrábamos nuestra ira y como la canalizábamos, o cuando nos dábamos cuenta de que nuestro enojo estaba llegando a otro nivel, muchos mencionaban que su cuerpo se ponía caliente, otros que se llenaban de pensamientos vengativos, otros que hacían expresiones faciales prometedoras entre otras cosas.
¿Cómo se puede controlar la ira o el enojo, antes de que nos controle a nosotros?
¿Qué es el enojo?
El enojo es un estado emocional que varía en intensidad. Varía desde una irritación leve hasta una furia e ira intensa.
La forma natural e instintiva de expresar el enojo es responder de manera agresiva. El enojo es una respuesta natural que se adapta a las amenazas, e inspira sentimientos intensos, con frecuencia agresivos, y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados. Por lo tanto, para sobrevivir es necesario un determinado grado de enojo
Expresar nuestros sentimientos de enojo con firmeza, pero sin agresividad es la manera más sana de expresar el enojo. Para hacerlo, debemos aprender cómo dejar en claro cuáles son sus necesidades y cómo realizarlas sin lastimar a otros. Ser firme no significa ser prepotente ni exigente; significa respetarse a sí mismo y a los demás.
Otra manera de abordar esta reacción consiste en reprimir el enojo y después convertirlo o redirigirlo. Esto sucede cuando nosotros contenemos nuestro enojo, dejamos de pensar en ello y en cambio nos concentramos en hacer algo positivo. El objetivo es inhibir o reprimir nuestro enojo y convertirlo en una conducta mucho más constructiva. El peligro en este tipo de respuesta es que no le permite exteriorizar su enojo, pudiendo quedarse en su fuero interno. El enojo que queda en su fuero interno puede causar hipertensión, presión arterial elevada o depresión.
El enojo no expresado puede generar otros problemas. Puede conducir a expresiones de ira patológica como, por ejemplo, conducta pasiva-agresiva (desquitarse con las personas indirectamente, sin decirles el motivo, en lugar de hacerlo de frente) o una actitud cínica y hostil duradera.
En conclusión, el enojo es una reacción que naturalmente puede estar en todos nosotros, de hecho, expresar nuestro enojo es más sano que solo esconderlo o evitarlo, claro está, de manera respetuosa y controlada, hay que aprender a canalizar nuestra ira, no sabemos las consecuencias que nos puede traer, y el daño que le haremos a esa persona que antes detestábamos pero que ahora debido a la ira y a nuestras acciones, nos llenamos de impotencia y descontrol.