Protocolo ética: martes 04/02/2020,
Tema trabajado en clase: Análisis y socialización de la pregunta del periodo conjunto a las rutinas de pensamiento plantadas en el plan de área de ética.
Desarrollo de la clase
En el día de hoy tuvimos la segunda clase de ética con el profesor Marco en el año. Como de costumbre, se llamó a lista, se mencionó la importancia de la participación en la clase y las consecuencias (como bajos) de la indisciplina, pues es una sola hora semanal que se debe aprovechar. También el profesor Marco mencionó el compromiso que hay con las bitácoras; en todas las materias debemos hacer una bitácora, la que debe incluir la fecha, el tema trabajado, el desarrollo de la clase, las conclusiones de la misma y por último pero no menos importante, el aporte personal que a mi punto de vista, es lo que más peso le da a este trabajo de responsabilidad y concentración de la clase ética (este último punto solo es válido para relatorías de la clase, no es necesario en las bitácoras). El aporte personal es tomar un factor de la clase en el cual la persona se cuestiona sobre algo o genera interés por algo, lo cual debe consultar y crear una reflexión de mínimo 10 renglones y debe ser publicado en el sitio web.
A continuación, en la clase los de las relatorías pasadas nos socializaron sus escritos, entre ellos estaban Camilo Duque, Jhon Steven Restrepo y David Andrés. Algunos hicieron el protocolo a ojos de Marco incompleto; él como siempre dio sus correcciones necesarias y ahí si concedió el permiso de publicar la relatoría en la página web. Cuando terminó la lectura de protocolos, el profesor procedió a escribir la pregunta del primer periodo de este año en el tablero para así, empezar lo acogedor de la clase… los debates y la resolución de la mayoría de dudas.
En la clase de hoy, fueron escogidas Angy Ocampo y Sarah Bustamante para empezar a desglosar con todos la pregunta. Abro paréntesis: los relatores de esta clase fueron Camilo Saldarriaga, Maria Fernanda Pulgarín y yo Sofía Herrera. La pregunta del periodo decía: ¿De qué forma influye la manera en la que interactúo con los otros para reconocerlo como un interlocutor válido? Y para desglosarla, fueron señaladas las palabras más importantes según Sarah y Angy, ellas eligieron Influye, reconocerlo, interactúo e interlocutor y casi automáticamente, la conversación se expandió con el salón; Luis Angel Caro justificó por qué ‘influye’ era correcto; su respuesta para mí era válida pues esta palabra abarcaba casi toda la pregunta, es lo que se quiere responder. También Maria Fernanda Pulgarín, Miguel Angel Muñoz, David Andrés y Jhon Steven Restrepo se resaltaron por sus aportes en la clase, al igual que Santiago Gutiérrez, quien se cuestionó sobre cómo uno puede interactuar consigo mismo y si en serio era posible que él lo hiciera o que lo hiciera bien.
Jhon Steven también se preguntó qué características se requieren para ser un interlocutor válido y entre todos construimos la respuesta.
Finalmente las otras palabras también abrieron conversaciones interesantes, por ejemplo reconocer también es súper importante, es aceptar algo, es aceptar lo que el otro es o lo que nosotros pensamos y así saber con quién es que se está hablando. También al final de la clase a Juan Esteban Olano le dejaron la tarea de hacer la rutina de pensamiento antes pensaba… ahora pienso en su cuaderno y cada uno explorar sobre cómo vemos la pregunta y en fin, a dónde nos conduce.
Ahora, en clase, me preguntaba acerca de ser un buen receptor, y de que si yo voy a escuchar en serio a una persona y voy a dar de mi parte por algo que necesita esa persona quien confió en mí para interactuar-dialogar ¿Qué compromiso tengo yo con esa persona? ¿Tengo que ser una receptora con todos? Y me tomé el tiempo de consultar si tengo la obligación de escuchar a alguien si no quiero Y realmente fueron pocas las respuestas, resulta que lo normal es saber escuchar siempre a las personas, pero yo lo veo suavemente complicado por ser un caso hipotético y todos los casos de esta pregunta deben tener la misma respuesta a esta pregunta ¿Está mal o bien decirle que no deseo hablar? ¿O es mejor hacer como que sí?
Y como Google no nos da la respuesta completa y ya sabemos gracias a Emiliano Acevedo de la página La Opinión de Zamora que saber escuchar a las personas es una habilidad que todos deberíamos entrenar y potenciar en nuestra vida interpersonal con nuestra familia, con los amigos y con nuestros compañeros de trabajo, en fin, con todas las personas con las que nos interrelacionamos día a día, es olvidarnos de nosotros y prestar toda nuestra atención a la persona que nos habla, mostrándole nuestro interés, sin juzgar, en silencio y si algo no entendemos preguntar para que nos lo aclare, ósea, una conversación con ganas e interés pero repito y si no quiero qué.
Yo reflexiono que con todo respeto tengo el derecho a decir que no y actuar correctamente a escucharlo con una actitud apática y desconsiderada, puede que me esté perdiendo de aprendizajes pero es mi decisión, yo soy la persona afectada y es mucho mejor a buscar en internet ¿Cómo aprender a mentir? O tener a alguien rogando por atención y yo dándosela a mi celular, eso sí sería según mi punto de vista, alguien irrespetuoso, sin competencia total de escucha y en efecto, sin empatía a decir la verdad con respeto hacer las cosas por gusto, por ejemplo si una persona importante me pide apoyo porque va a tomar la decisión de suicidarse y yo no quiero establecer conversaciones como se debe sobre un tema así, es mejor no hacerlo aunque dudo que alguien no quisiera actuar en un caso así pero es un ejemplo. Así mismo se daría con una conversación sobre la pérdida de un novio. ¿Por qué no será mejor (si tenemos el derecho) decir las cosas como las sentimos y no mentir?